Vuelve...

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...vuelve la locura,
la tristeza,
la ausencia.

La pregunta constante: el para qué;
la frase recurrente, cual plegaria:
"No entiendo nada,
no entiendo nada".

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Vuelve el darme por hecho,
el no conquistarme,
el no escribirme
o contactarme.

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Una herida más urgente tapa la tuya:
el dolor de herir a quien más se quiere.

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No sé si a base de heridas, me desangraré.

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Ni me molesto en escribir.

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