.
.


30 enero, 2011

Cansancio

.

O agotamiento.

Frustración, tristeza, preocupación.

Estupideces todas, cuando soy tan afortunada.



Mucho pensar en un Futuro que me da más pánico que alegría, con un presente que no se materializa...
...como si teoría y práctica fueran por separado;
como si tus palabras y tus acciones, no se correspondieran.



Paso de i-phones, de la Noche y sus tías buenas que sólo viven para eso...quizá debería ser una de ellas, pasármelo bien, tener el ego siempre en forma y sentirme el centro de atención, con planes B all the time, just in case...

Después de todo, lo mismo son más listas. Se lo pasan mejor.

Después de todo, yo ya no tengo casi ambición laboral.
Nada me motiva.

Sólo siento frustración.
Una relación se basa en relacionarse.

Ahora ya he escuchado demasiadas cosas que no hubiera deseado saber.

Y sé que al final, siempre, en malas noches como hoy, no hay realmente nadie.

Hasta para mi mejor amiga, he tenido que pasar por el aro.
O con su novio delante, o nuestras conversaciones no tienen lugar.
Tres son multitud incluso opinando, para mí, que tan celosa soy de mi intimidad.

Tú y yo, blog, a lo más, somos dos.
Y al menos tú, sí que siempres estás.

Estoy harta de tener que hacer todo como quieren los demás.

De repente vuelvo a perderme, a no reconocerme.
Y a encontrarme con ese mi lado oscuro tan dañino..., tan afortunadamente olvidado duranet meses.
Ahora vuelven a aflorar en mí las preguntas llenas de pavor e inseguridad.

Y me dan ganas, como siempre..., de desplegar toda mi cobardía, de salir huyendo, de decir en alto: "no soy capaz"...

Porque no creo que nadie pueda realmente entenderme, comprenderme, llevarme, adorarme.

Me parece imposible que alguien de verdad pueda ver tanta belleza en mí.
No creo a nadie tan capaz.

.

16 enero, 2011

Yo

.

Estaba bien estando sola.
Sola con mi casa, mi trabajo, mi nuevo círculo social, mis inquietudes culturales de siempre. Mis gatos.

Pero me dió por pensar que me faltaba algo: ilusión.

Y me salió bien.

Es mi pesimismo, mi poca fé después de todo, la que consigue arrebatarme la vida.

Empiezo a pensar que me gusta sufrir.
Que estoy enferma.
Que a lo mejor necesito medicación para no sentir.

Para no sentir que estando inerte, sola como siempre, sin ninguna iusión, la vida carece de sentido.

Curiosa la vida...
Visitaba hoy por fin que ya tenía dinero, las tiendas del centro.
No lo he soportado.
Carecía de sentido.

No creo en la Cosmética como no creo de nuevo en el Amor, ni otras falacias.
Qué triste la vida así.
Qué triste.

.


.

Realidad?

.

Sabía que podía pasar.
Que había que acostumbrarse.
Descubrirse.
Encontrarse.

Decidir.
Me he equivocado en todo.
En pensar que realmente empatizarías pero me comprenderías mejor.
En pensar que me creerías al decirte que estaba agotada, y que me dieras un poquito de tiempo.
En creerte.
Que no eras superficial y te daba igual la apariencia.

Me he equivocado al volver a querer que se me quiera.
Cuando ni siquiera yo sé si me gustas.


Te has equivocado de lejos en todo.

En hacerme infeliz.
En hundir mi ego femenino.
En creerte que sólo decides tú.

En cegarte, y ver el todo por la nada.
En no pararte a pensar un segundo que yo soy yo, con todas mis inseguridades y defectos que supuestamente tanto te gustaban, precisamente por mis experiencias de Vida.

Te has imaginado un nebuloso presente, un temible futuro lleno de malos rollos, cuando te he insitido que era todo pasado.

Té has equivocado en no analizar tu propia situación familiar, que también podría hacerme plantear muchas cosas. Porque para que tú fueras feliz, yo era quien iba a tener que cambiarme totalmente de ciudad, renunciar a mi mejor compañía, alejarme de quien me necesita, y sin ninguna garantía.
Percibiendo que lo mismo era un error.

No. No seré satélite pudiendo ser astro, como me hacías sentir días atrás.

Cobarde. Como todos.
Puedes decir lo que quieras.
Pero ha sido insultante.

Y no estás a la altura.

Sigue con una vida fácil.
Porque conmigo te la has imaginado oscura.
Seguramente te la merezcas.

En el fondo, yo también me siento culpable.
Por haberte roto la ilusión.
Por haberte hecho llorar, sufrir, pasarlo ma.
No me has dado oportunidad a demostrarte que soy mucho más, de hecho, soy todo el resto que tú veías antes.
No me has dejado aportar luz.

No sé si te lo mereces, pero es cierto, algo de cariño sí te tengo, pese a todo.
Quizá por eso me quitaré de tu camino, para que no sufras más.

.

Animales

.

Siempre buscan mi afecto.
Y me lo dan.

Incondicionalmente.

Animales?
.

15 enero, 2011

Extraño

.

A veces me pregunto si todo no ha perdido ya el sentido.

Si estamos avocados al fracaso sin más, o es sólo un nuevo error, donde ya necesite pautas ajenas para sostener lo que si ya esta vez falla, me parece insostenible.

No quiero ni un ápice más de tristeza.
No quiero fallar en todo una vez más.
En esto.

Me parece un sueño, y de repente, no sé qué hacer, manejarme, manejar la situación.

No es un extraño, pero me siento perdida, desorientada.
Con más ganas de amarle que antes.
Apostando a caballo ganador.

Sigo sin entender cómo algo que debería acercarle a mí, lo aleja.

No puedo permitirme que vea dolor, pero tampoco puedo quedarme todos los miedos y angustias dentro, razón de esta terapia llamada blog.

Me pregunto si alguna vez lograré no alimentar los miedos, dejar de huir, de abortar situaciones (relaciones?) que me dan miedo.

A ver si aguanta él.

11 enero, 2011

Terror

.

A veces me pregunto si no soy lo suficientemente deleznable como para buscar afecto a través de una historia triste.

Quizá sea el agotamiento, la falta de vitaminas y alguna otra gilipollez de las mías.

Lo cierto es que sé de sobra lo que me pone triste esta noche y no soy capaz de mirarlo a la cara.

Es el terror a enamorarnos?
No.

Es el pánico a que con el tiempo se disipe.

A que habiéndonos encontrado, algo pase que nos aleje.

Y ahora, curiosamente, ya sufro por la distancia.
No sé si es sano, natural o enfermizo, sentirse triste por la impotencia de no poderte dar la mano esta noche. No poderte tener cerca en la única dimensión que nos falta: la espacial.

Otros le llaman a esto "echar de menos".
A mí me dá pánico sentirme triste.

.

09 enero, 2011

Los otros

.

He conocido.
He sufrido.

Muchos.
Demasiado.

De todo pelaje y condición.

Me han engañado, se han engañado.

Mi pregunta siempre era la misma: Pero todo por un polvo?
Los que todo lo saben respondían: por el juego en sí.

.

Ya no sufro.
Sencillamente acepto.
Que si no es, ya llegará.
Que al menos yo, puse sinceridad.

Y con ello vida.
Y por ende, ilusión, ya sabemos.

Si una vez más se trata de un juego cruel, perderá más el otro.
De todo lo que yo le podía haber dado.

.

Yo tenía ganas.
Predisposición.

Escepticismo curado a base de la emotividad más bonita del mundo.
En una voz que parece honesta, limpia.

Nos da por compartir nuestra alegría.
Son los otros ahora los que hablan.
No tú y yo.

Me miran en silencio, con pena en la mirada.
Creen que me están engañando.

Como si yo no tuviese criterio.
O pudiese ser feliz.

Me recuerdan que quizá sea así.

Llego entonces triste a casa.

Pero me recuerdo que ya no sufro.
Que acepto.

Y me engaño yo misma, de nuevo.

.

No quiero que seas mentira.

Es más.
Necesito que seas verdad.

.

Con todo lo que ya me demuestras, no quiero molestarte con mis dudas,
así que será mejor dejar pasar las horas.

Y sencillamente, ir viendo.
Viviendo.

.

Me preocupa la precipitación.
Las frases llenas de significado no pueden decirse a la ligera.

Pero me fascina la pasión.
La claridad de ideas.

Que lo tengas tan seguro, me da una seguridad increíble.
Creíble.
Mejor creíble, que es lo difícil.

.

06 enero, 2011

Creer

.

He recibido el mensaje más bonito e ilusionante del mundo.
Mágico día de Reyes.
Ilusión.
Regalo divino.

Día de fé.
Día de Reyes.
Día de Príncipe.

Aún no me creo mi suerte y una emoción deliciosa me recorre.

.


Escribo ahora agotada, apenas abriendo los ojos.


Pero sigo sin dar crédito a mi gusto por la tristeza.
De repente, ya lo tengo.
Mi mejor sueño hecho realidad.

Y ha bastado mi cruel inseguridad, para sentirme desmotivada profesionalmente casi por completo.
Una carta de recomendación a una cría de 23, y mi autoestima se ha desmoronado mientras mis celos profesionales lloraban por dentro en silencio.
Pobre jefe al que todos detestan, y sin embargo, a quien deseamos constantemente seducir, complacer, demostrar.

El pánico al verme en el espejo de la ineficacia, la lentitud y la falta de capacidad intelectual, refrendado por una mínima reprimenda el otro día, me ha empequeñecido a límites absurdos.
Como buena cobarde, e inmadura, sólo deseo huír de un medio que ahora, me resulta hostil.
Innecesariamente agresivo, estresante.

.