.
.


09 abril, 2010

Life is real

.

Fortísima discusión familiar.

Intento relativizar: no va a matarme.

Te estoy conociendo, y no sé si debería contarte nada de mi cotidianidad.
Ni siquiera de lo que me mata, aunque sea lentamente.
De traumas y miedos y terrores pasados y futuros.

Yo estaba en el mood adecuado.
Tú me lo cambiaste.

Pero ahora no sé cómo me levantaré mañana.
No puedo pasar una tarde de frivolidad contigo.

De nuevo me torturo porque no distingo.
No sé dónde empieza la línea del victimismo, y termina la del derecho a confiar en alguien.

No sé qué espero al contártelo, si digo no querer afecto en forma de compasiva pena.

Ahora que creía estar recuperándome, han bastado esas palabras gritadas llenas de odio de quien quieres, para hacer tambalear mi, ya es evidente, frágil equilibrio mental.

No quiero poner sobre tí la carga de mi emocionalidad.

Sólo quiero aportarte alegría.

Así que empezamos nuevo blog, con misivas al aire.

Como misiles a mi alma.

Tan repugnantemente destrozada.

Ahora que ya pensaba que no me daba miedo la muerte,
y que perdíamos el Tiempo en estúpidas luchas durante la Vida,

me veo, de nuevo,
aturdida.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario