.
.


25 noviembre, 2010

Ser

.

.

Dos horas de teléfono con Maite.
Le digo: "si yo he podido, tú podrás".

Se contagia de mi alegría.
Este diario es para recordarme mi propia evolución.

Atrás han ido quedando, uno a uno, aunque aún floten lágrimas de vez en cuando,

.el miedo a la injusticia de un castigo inmerecido, preocupación vital angustiosa;
.la tristeza incurable de tu muerte y que no te dejaran descansar en paz;
.el rozar la indigencia;
.el maltrato de cobardes;
.la soledad descarnada.

Y en su lugar, han ido apreciendo:

.vuelos de pájaros verdes y azules anunciando una nueva etapa, llena de buenos augurios;
.una gallega en mi vida - no requiere explicación, es un lujo-;
.un trabajo prometedor que ha despertado mi mente, alimentado mi autoestima y desbancado la trampa del prestigio...aunque siempre aspiraremos a más, intentando ser alguien.
.una independencia en un espacio elegante, nuevo, lleno de luz, como deseaba.
.y sobre todo, la ausencia de amargura por insultos constantes de cobardes a mi ilusión.


De repente, aparece un ex.
Es tan inconsciente como sincero: tiene la desfachatez de llamarme de madrugada porque adolece de mal de amores. Su capricho juega con él.

Algo nuevo nace en mí. Quizá es que realmente he evolucionado.
Algo anterior renace en nosotros.
Es bello.

Yo no cuestiono.
No quiero pensar.
Nada espero.

Me centro: "no es quien necesitas o deseas, así que ni te rayes por un instante."

Pero él demuestra entusiasmo.

No es el típico cabrón.
Nada manipulador.
Sólo inconsciente, narcisista, inmaduro.

Intento entender que quiera vover a verla, pese a que algo muriera ya en él.

Y naciera, aunque no lo dijera abiertamente.

Yo hubiese hecho lo mismo.
No negarme una posible puerta de felicidad.
A mí ya me conocía un poco, aunque fuera en un momento tan distinto al actual, que emponzoñara mi personalidad.

"No es quien buscas, Sofía". Me repito.

Hoy, un par de gestiones no salen como esperaba.
Y la felicidad que me acompañaba estos días, se nubla un poco.

No puedo permitirme ningún juego.

No quiero saber nada.
Por favor, cobardes, caraduras e inmaduros del mundo, dejadme en paz.

Mañana será otro día.
Mejor.
Como los anteriores.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario