.
.


28 noviembre, 2010

..

.

Love...
Love.

".." marca la absoluta diferencia.
Es lo único bueno de "Sex & the City".
La peli que me he visto de pura coña en la tele, para distraer mi amargura esta noche.

En fin, putos yanquies.
Al final, aparte de un criterio estético patético sólo basado en barrabasadas marketizadas, y los huesos de la Bradshaw que dan grima sólo verlos, todas las historias son tan irreales en sus finales como la parafernalia fashion consumista y superficial que se gastan.

.

Se tienen el uno al otro.
Plenitud de tiempo.
Y ambicionan dinero.
Mis vecinos.

No entienden qué hago, ya que me han prestado el pc sobrante, que no me estoy matando a hacer entrevistas a la par que afianzo mi trabajo actual.

Ni cómo me conformo con este nuevo trabajo.

Les llevo diez años.
Me ahorro juzgarles. Pero ellos se han atrevido a hacerlo.

No admiten que yo sepa qué estoy haciendo; que tenga mi ritmo; que en el fondo crea en que lo que de mí depende, sale bien.
Ni que me sienta realizada en un ambiente bueno y donde se me reconoce mi valía.
Por ejemplo.

.

La explicación de que acuda a entrevistas aunque sólo sea por orgullo, para luego rechazar las ofertas, me ha hecho replantearme esa autoconfianza que yo pensaba era el estandarte de quien creía mi nuevo tesoro: mi reciente amiga.

Yo no he dicho que sus vidas de conformidad compartiéndola con alguien que les conviene económicamente pero no les convece, y para sentirse acompañados, sí que me parece poco ambicioso.

Ni que no me extraña que se dediquen a llenar su horas, uno, estudiando un coñazo de oposición; la otra, venga a hacer entrevistas.
Pues ambos, sólo curran 2 días en semana.

Sabiendo lo competitiva que es doña perfecta-auténtica porque pone a todo el mundo en su sitio, (típico perfil de niña mimada, favorita de papi), no ha sido hasta cuatro horas más tarde que he caído en la cuenta de que me envidiaba.
Que la rechazaran en un buen trabajo y sólo la estén llamando para basura, y a mí, de la nada, vayan a contratarme con perspectivass futuriles...
Aunque parezca de perogrullo, no consigue aceptarlo.
Y se atreve a decirme que debería darme vergüenza estar tan mal de dinero, cuando jamás la he pedido ni un céntimo.

Pero mi gran decepción y dolor vienen de la mano de que al final, todo se reduce a lo material.
A ese: "te he prestado el pc...y te dedicas a googlear".
La no posesiva, sabéis?

De él, con planteamientos arcaicos, pueriles y nada inteligentes, ni me rozó su: "ya que no tienes que limpiar una mansión ni tres churumbeles...", pero de ella...

Y claro, me han dado ganas de decirle: no salgo, no me dejo mimar por quien no me mola, no me compro ropa ni bebo alcohol para divertirme...como tú. Se supone que sabes mi vida.
Mi dura vida.
Me culpas - y yo sé que es con amor-, de ocuparme más de mi familia que de mí.
Yo te reitero que me parece ético y en lo que pueda ayudar, me hace feliz y que me veo capaz de simultanear.
Pero no.
Al final, me exiges 24 horas de actividad incensante basada en buscar trabajo y únicamente en mí...sólo, porque, con lo bien que le hace a tu conciencia el proclamar que eres muy buena como tu madre con los pobres, me has prestado un ordenador y en tres meses, me compraste dos barras de pan que yo jamás pedí y que pese a no quererlas, preferí pasar la gran vergüenza de aceptártelas antes que herir tu buen corazón.

Cuando, ya recuperada económicamente, te he regalado multitud de detalles, aún no he escuchado ni un solo "gracias".

Yo valoraba mucho más la compañía, poderme desahogar.
Pero nada.
Sigue en tu miedo de que si no ganas una pasta gansa al mes, no te sientes realizada.

Y hazme sentir mal a mí por no seguir tu ejemplo.
.

Nadie respeta.
Todo el mundo se cree con derecho a IMPONER su visión, su forma de hacer.
Si no obedeces, se enfadan.

Yo a todo eso no puedo llamarlo seguridad, precisamente.

.

Es cierto, mis problemas acaban de crecer de nuevo.
Llevaba feliz...en un sentimiento casi desconocido por completo, varias semanas.

Y como siempre ocurren, cuando te empiezan a ir mal las cosas, sólo los envidiosos quieren saber.

Me río yo de mi anterior "ex", que patético, egoísta, descerebrado, me llama una madrugada para tener la desfachatez de decirme que sufre mal de amores...porque se ha encoñado de una tía que, desde hace mes y medio, no ha hecho sino herirle el ego.

Yo paso de dar lecciones a quien no tiene altura espiritual.

"Lo que necesites. Te he redescubierto como una persona maravillosa, generosa, excepcional".
Ya...
Ahora, no?
Pues no, lo que necesite no.
Por eso ni me molesto.

Sé que si una noche como la de ayer, o la de hoy, yo te llamo para quedar porque me encuentro mal, lejos de escucharme, no digamos entenderme o intentar ayudarme, sentiré que "no te gusto" porque vuelvo a tener problemas.


Me tengo por egoísta, acaparadora de conversaciones, ansiosa, pero no inmoral.

.

Qué facil es dar consejos: "pasa de tu familia".
Pero qué fácil.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario