.
.


30 mayo, 2010

No puede ser...

.

Sé de sobra que por la noche, con cansancio y Luna Llena me pongo emocional, máxime tras un día de pruebas, pero no puede ser.

No puede ser que me encuentre mal y no pueda hablar contigo porque te esperan para jugar a la Play.
No puede ser que me encuentre mal y no pueda llamarte porque estarás acompañado, y no tendríamos intimidad para hablar.

No puede ser que cada vez que bebes, no oigas el teléfono ni cumplas el confirmarme que has llegado bien.
Primera y última noche que me preocupo por tí.
Si a tí no te importa que se preocupen por tí, o si no lo aprecias, perfecto. Buscaremos una solución.
No puede ser que ante un mensaje como el mío, ni te inmutes.

Me gustaría hablar en persona, pero no es posible.
Tampoco es justo que me lo guarde, que no pueda confiarte esto por miedo a que te enfades o lo malinterpretes, en lugar de entenderme.

Te agradezco las invitaciones a tus cosas con tu gente, pero creo que yo no pinto nada.
No puede ser que me digas que te gusto sólo cuando estás bebido. Que la emoción de verme en tu primer concierto para mí - La Sala-, ahora sé venía del alcohol.

No se qué significa que apuestas al 7 negro por mí.
Como si hoy por hoy no fuese válida, no tuviese suficientes cosas buenas.

Lo último que hoy necesitaba es que alguien aumentara mis miedos, y no hemos podido hablarlo, porque te esperaban.
Para dormir o follar, al parecer, en una cama en la que ya duermo yo.
Sé que esto último te parecerá una aberración, de una estrechez mental increíble.


Cuando más duele la soledad, es cuando crees no estar solo. Craso error.

Sí, me encantaría hablar todo esto con un terapeuta, que me enseñara a romper tanto mecanismo de daño aprendido, pero no lo hay.
O con una amiga, pero no son horas.
O contigo, pero tu escueto sms era tan elocuente...

No debería precipitarme tanto, pero alguien que en vez de apoyar una excelente inquietud cultural de su hija prefiere emborracharse y antepone pasarlo bien él, no puede amar a nadie.

Así que me encuentro escribiendo ante un puto, bendito ordenador.
Porque sé que lo mejor es que duerma y lo deje pasar, o la liaré...

Perderé algo tan bonito como todo lo que empezamos a tener.
Que no sé por qué, fluye.
Entendimiento natural, por inteligencia y bondad.

Pero estoy demasiado a la defensiva, así que he de dejarlo...dejarlo pasar.

Aunque no se si podré con tus dos vicios: alcohol, protagonismo.

Yo a veces necesito silencio.
Pero no éste.
Necesitaría poderte oír ahora, pero no puede ser...

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario