.
.


17 febrero, 2011

Solamente tú.

.

A veces sólo hace falta un poco de música, una buena canción, algo de calor..y fé.

Suena el aire huracanado, y en lugar de aplacarlo con la esperanza del Sol que sabré vendrá, lo escucho con miedo y atención.

Está bien que nos guste lo auténtico, pero no avanzamos.

Podría abrir el blog casi por cualquier página, que la encontraría. Ahí mismo, mirándome sin más: la amargura.

Anclada en el sufrimiento pasado y enganchada a la preocupación futura, aún sabiéndome más afortunada que nunca.

Seguro que lo he escrito antes: me pregunto si soy capaz de ser feliz.

Seamos sinceros: la incapacidad me define.

Incapacidad laboral: cometo errores por falta de interés y exceso de cansancio. Pero los cometo, sin necesidad.

Incapacidad de amar: mis miedos aburren al más paciente, como si deseara que ocurriera, como si quizá, proyectando mi intolerancia, creyera justo que nadie pudiera soportar mis defectos.

Incapacidad de ser feliz.

No quiero seguir tan triste, no puedo más.

Extraña novedad: a ratitos, soy tan feliz, que estoy desubicada.

.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario