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22 diciembre, 2010

Humo

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La lavadora no deja de repetir obsesivamente: "y ahora qué, y ahora qué?", y los parabrisas: "no sé, no sé...".

Todo confabula surrealistamente con mensajes subliminares.

Los miedos afloran, sin más, vacíos y sin embargo, poderosos.
Humo...que nubla lo precioso.

Por qué, por qué?
No lo quiero.

Fue el miedo, nada más, lo que arrastró a Anakin al lado oscuro.
Los juegos de la cabeza tiene razones que la razón no entiende.

Nos reprochamos seguir aún por ahí.
Los deberes siguen sin estar hechos.

Miedo dan otras cosas.

El miedo a uno mismo, otra vez, no...
Pues es todo fantasía, pero de sólo evocarlo, se torna realidad.

Dejarlo pasar, sin más,
es la solución a veces.

O quizá algo más?


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